Por un lado los que defendieron una posición de defensa del ingreso de los profesores, que en años pasados se había negociado con un bono anual, ante los miserables aumentos otorgados como consecuencia de los topes salariales, en este año solo se obtuvo el 3.8%; y por el otro conformado por los que siempre se habían mofado de la demanda de la Cláusula 122, que finalmente fue liquidada por acuerdo de las partes.
El detalle en este caso, es que el pago de dicha Claúsula al final benefició a ese grupo que siempre renegó del Sindicato, cuando este en cada emplazamiento jamás olvidó el tema, y lo mantuvo en cada emplazamiento.
Se revolvieon las cosas, por intervención de estos (los renegados) a tal grado que los que se sentían satisfechos, primordialmente personas con Cargos Adminsitrativos, a quienes no se les retuvo su pago por se personal de confianza, entre Jefes, Subjefes de Departamento e incondicionales de Rectoría, promovieron la especie de que las pretensiones del Sindicato por reclamar el bono, ya era demasiado, y esa postura fue la que ganó al final; terminó por convencer a muchos de los porfesores que votaron por levantar la huelga: sería por la angustia por no tener ingreso, por miedo, por cobardía, vaya a saber Usted amigo lector porqué.
Sin embargo, sería iluso pensar que asi como renegaron del Sindicato, ahora renieguen del beneficio que se les otorgará tambien a ellos.
1 comentario:
Muy bien profe.. siga así... que sus "tres lectores" lo leemos con ansía.... Saludos.
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