ESTELA DE PUS

Es implacable como la sociedad ya está enjuiciando a Calderón, entre muchas otras cosas por su emblemática obra del sexenio: la Estela de Luz, identificada ahora con varios motes y todos le quedan bastante bien.

La Estela de Pus, para mi es la que describe mejor todo lo que ha pasado alrededor de esta pretendida obra para celebrar el Bicentenario de la Independencia de México. Para la inauguración Calderón debió madrugar, dicen los que más saben del tema, que lo hizo para evitar a los inconformes y protestas de muchas personas que se sienten agraviadas por una inversión tan cuantiosa (mil 200 millones de pesos)que además se había presupuestado con un costo mucho menor (350 millones), ante una situación crítica en materia económica, con muy pocas oportunidades de empelo.

Hay sospechas muy fundadas sobre la corrupción que hubo durante el proceso de consturcción de dicha obra, que tienen que ver no solo con que se haya inflado su valor, también se habla de haber traido materiales del extranjero sin necesidad, a costa de la producción nacional.

Que barbaridad. Y con ese cinismo sigue Calderón en el ocaso de su triste papel al frente de la Adrministración Pública Federal, porque a muchos de nosotros no nos ha representado jamás. ¿Para que? Así no. ¿O que no?